Una de las maneras más reconfortantes de disfrutar del invierno es dejarse llevar, con gula y sin complejos, por la VI Ruta del Cocido de Aragón.

Carlos Valero y su vino Heredad hacen posible, un año más, que tengamos una amplia oferta de establecimientos que se esmeran con este reconfortante plato. Una receta intemporal, interclasista, que fue codiciada por personajes tan dispares como María Tudor, Ana de Austria o Francisco Franco. Por cierto, a este último se le atribuye la curiosidad hostelera de ofrecer «Los jueves, cocido».

Pero la historia del cocido se remonta muchos siglos atrás. Tuvo su auge a partir del año 1550, aunque tenemos datos de «cocidos judíos» del siglo VI, sin tocino por razones obvias.

De la mano de esta VI Ruta del Cocido de Aragón, Carlos Valero nos propone redescubrir a este icono de la cocina española, disfrutando de planteamientos tradicionales o abrazando nuevas sugerencias creativas.

Y es que el cocido es una receta abierta a numerosas aportaciones, según la mano que la elabora y, sobre todo, en función de los implacables condicionantes geográficos. Así, en la VI Ruta del Cocido de Aragón encontraremos cocidos al estilo gallego, madrileño y pirenaico, entre muchos otros.

Así, los amantes de la cocina de cuchara podrán deleitarse con casi 60 cocidos hasta el mes de abril. Conviene llamar antes para conocer el día de la semana que lo ofrecen e indagar sobre las posibles aportaciones de cada casa.

Los vinos que se ofrecen en estas jornadas son el Matarile tinto 2014 (Cabernet, merlot, syrah) y el Matarile blanco 2017 (Chardonnay-gewürztraminer), de Heredad Carlos Valero.

La presentación a la prensa gastronómica de las Jornadas también sirvió para dar a conocer una exclusiva ginebra, distribuida por Carlos Valero, y destilada en el corazón de Londres con métodos artesanales. La Sipsmith, es el resultado de una exquisita combinación de 10 botánicos en infusión realizada en alambiques de cobre.

Fotos: Eduardo Bueso