El Restaurante El Callizo de Aínsa ha acogido el lanzamiento del proyecto Vignerons Independientes de Huesca, en el que se han presentado los 25 vinos de las 7 bodegas de la provincia de Huesca que participan en esta iniciativa: Edra (Ayerbe), Familia Estrada Palacio (Bespén), Clavería Barrabés (La Almunia de San Juan), Sers (Cofita), Bodega Ball Minuta (Barbenuta), Alodia (Adahuesca) y El Vino del Desierto (Lanaja).

El promotor de Vignerons Independientes de Huesca y propietario de la tienda La Corona de Aínsa, Javier Buil, ha desvelado los establecimientos que dispondrán de esta carta de 25 vinos, vinos personales y particulares elaborados por viticultores de pequeñas bodega que aúnan la Triple A: Agricultor-Artesano-Artista.

En el apartado de restaurantes, en este primer año, se incorporan El Callizo (Aínsa) Casa Falceto (Coscojuela de Sobrarbe), Casa Coronel (Boltaña), Ara (Margudgued), Lamiana (Lamiana), La Capilleta (Plan) y Alen D’Aragón (Santa Eulalia de Gallego, Zaragoza).

En la categoría de Hoteles Boutique se incluyen Tierra Buxo (Arcusa) y Casa San Martín (San Martín de La Solana), mientras que en la de tiendas cabe citar La Corona (Aínsa), Colmado l’Antigua (Boltaña), Arraigo (Monzón) y Tella (Tella).

Un total de trece establecimientos participan en el proyecto que con el sello Vignerons Independientes de Huesca echa a andar. Del total de restaurantes, hoteles boutiques y tiendas, once se distribuyen en la comarca de Sobrarbe y los dos restantes, en Monzón y en Santa Eulalia de Gállego (provincia de Zaragoza).

Foto: debocaencopa

Como explica Javier Buil, “el corazón de Vignerons Independientes de Huesca se encuentra en Sobrarbe y, además, contamos con dos ‘satélites’, uno en Monzón y otro, en la provincia de Zaragoza, para ver cómo funciona el proyecto fuera de nuestra comarca, máxime cuando son muchos los establecimientos, fundamentalmente restaurantes, que nos están preguntando por la que es una apuesta por la diferenciación y por la calidad de vinos no comerciales cultivados en nuestra provincia, desde Monegros hasta el Pirineo”. De los treinta y tres vinos seleccionados inicialmente en las bodegas, veinticinco han superado el panel de cata, en el que el pasado mes de febrero participaron reconocidos expertos.

A la tendencia de la cocina elaborada con productos Km0, cada vez más creciente en restaurantes de la comarca de Sobrarbe, ahora se suma esta novedosa y pionera iniciativa que busca conferir un valor añadido a esta reputada gastronomía mediante vinos de alta calidad, criados en pequeñas bodegas de viticultores de la provincia de Huesca, vinos muy diferentes, personales, de Km0. “Son vinos apasionantes que potencian la materia prima de nuestra provincia, fruto de un trabajo agrícola casi desaparecido.

El paisaje y las personas se saborean en cada botella, botellas de producciones limitadas, en las que se valora el amor a la tierra y el trabajo tradicional. Promoviendo el consumo de vinos de productores de estas pequeñas bodegas se contribuye al asentamiento de la población y a la posible creación de nuevos puestos de trabajo.