El Monasterio de Piedra, enclave singular en la Comarca de Calatayud (Zaragoza), ha presentado su exposición fotográfica “Monasterio de Piedra, ayer y hoy” conformada por fotografías antiguas que pueden ser admiradas en el mismo entorno en el que se realizaron, algunas tomadas hace más de un siglo. La muestra se enmarca dentro de las actividades conmemorativas del 800 Aniversario del Monasterio de Piedra y supone un atractivo adicional en la visita del Centro Turístico.

En diferentes puntos del complejo, se han colocado distintos paneles explicativos en los que el visitante puede ver, a través de fotografías antiguas, cómo era hace años ese paisaje o edificio. Resulta curioso comprobar que, a pesar de que en algunos casos la fotografía está tomada hace más de 120 años, el entorno se conserva prácticamente igual, tal es el caso de la Cascada Trinidad o de espacios arquitectónicos como la Puerta del Palacio Abacial o el Refectorio. Sin embargo, la acción de la propia naturaleza también ha transformado la belleza de algunos de los parajes más espectaculares del Parque como la Cascada Iris, donde la fuerza del agua ha ido erosionando la roca modificando su geomorfología con el paso de los años.

“La Exposición ‘Monasterio de Piedra, ayer y hoy’ es, ante todo, un reconocimiento al esfuerzo en pro de la conservación de nuestro patrimonio histórico y natural. Es un orgullo poder ofrecer a los visitantes actuales y a las generaciones venideras un entorno único, que ha sabido mantener su esencia y su alto valor cultural y medioambiental a lo largo del tiempo”, comentó José Pont, director general de Monasterio de Piedra. “La renovación y transformación de nuestro complejo para adaptarnos a las demandas de nuestros clientes siempre han ido de la mano del respeto a nuestro entorno”.

Entre las fotografías más curiosas de la exposición, cabe destacar aquellas en las que aparecen retratados algunos visitantes o trabajadores de Monasterio o en las que se puede comprobar la transformación en el uso de determinadas instalaciones. Así, por ejemplo, en la fotografía de la Puerta del Palacio Abacial (1930) aparece una mujer ataviada con vestimenta de la época, sencilla y acompañada por su silla de descanso. Una imagen del Claustro del Monasterio Cisterciense (1939) muestra los arcos cerrados del claustro, lo que nos indica lo duros que debían ser los inviernos para que, en un momento determinado se decidió taparlos para aminorar los rigores del frío.

Con el paso de los años algunas de las estancias del Monasterio cambiaron su uso para adaptarse a las nuevas necesidades de los visitantes. En la fotografía de la Sala Capitular se puede ver una mesa de billar, por lo que podemos deducir que en los años 30 se utilizó como salón de juegos. Otro destino tuvieron los alrededores del Ábside y Torre de la Iglesia, zona habilitada como huerto y en la que se cultivaron patatas o la Capilla de San Bernardo de Claraval que se usó como almacén tras el derrumbe de su tejado.

El Monasterio de Piedra es un espacio singular en el que se encuentra el Parque – Jardín Histórico; el Monasterio Cisterciense del Siglo XIII, los restaurantes Reyes de Aragón y Piedra Vieja, y el Hotel&Spa. Catalogado como Conjunto de Interés Cultural en la categoría de Jardín Histórico y Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento, el Monasterio de Piedra es uno de los parajes más espectaculares de Europa, siendo además galardonado con la Medalla al Mérito Turístico por el Gobierno de Aragón en el año 2011. En la actualidad, cada año, alrededor de 270.000 personas visitan el Parque y el hotel cuenta con 23.000 pernoctaciones.