Acaba de llegarnos la última novedad de Viñas del Vero. Lo han bautizado con un nombre divino, Marigüena. Me refiero a un tinto y un blanco con el que rinden tributo a la naturaleza y a “Marigüena”, la Diosa de la mitología aragonesa que habita en las montañas del Pirineo aragonés. Conocida como la “Diosa Buena”, dicen que Marigüena lo escucha y lo ve todo ayudando a quien lo necesite. Transmite seguridad, buenas sensaciones y optimismo, al igual que estos vinos «casi divinos -apuntan desde la bodega-, que son una inspiración que diluye la tensión».

Esta semana los he probado en compañía de unos amigos con edades muy diversas. La opinión ha sido unánime. Hemos coincidido en que estamos ante un acierto de la firma del Somontano. Son vinos refrescantes, divertidos y distendidos, que van encaminados hacia la exitosa fórmula de otro magnífico vino veraniego, el Alquézar de Bodega Pirineos.

Sin duda, los Marigüena propiciarán grandes alegrías este verano, en especial pienso en los consumidores más jóvenes y los que comienzan a adentrarse en el mundo del vino.

Su carácter jovial se incrementa con esas finas burbujas que cosquillean en la boca. Estoy de acuerdo con los chicos de Viñas del Vero cuando afirman que estas propuestas guardan en su interior un Somontano mágico y fresco, perfecto para disfrutar en casa, en bares, en una terraza, “de tardeo”, de aperitivo o en una barbacoa. Un vino para probar, sentir y compartir en momentos de desconexión.

En este caso, debido a su notable personalidad estival, los Marigüenas se tienen que servir muy fríos, en torno a los tres grados. Son vinos sedosos y explosivos que han llegado para instalarse en nuestras jornadas de verano como parte de su banda sonora.

La nueva propuesta de Viñas del Vero está inspirada en la «diosa buena de la naturaleza».

Marigüena, dos vinos desenfadados y chispeantes perfectos disfrutar en compañía y sin horarios. Siempre muy fríos.