Acabo de recibir un regalo, procedente de Enate y Ascaso, destinado a amenizarme la tradicional noche en vela de los Reyes Magos. Me ha resultado tan atractivo que he tenido que abrir su estuche y comenzar con su propuesta. La bodega de la D.O. Somontano y la pastelería centenaria oscense se han unido para crear un juego de maridajes entre sus vinos y sus turrones. El resultado es un irresistible intercambio de sensaciones, retos aromáticos y sabores insospechados que os propongo como regalo de Reyes.

La idea nació meses atrás. Se trata de una experiencia gastronómica materializada tras varias catas realizadas entre el equipo técnico de la bodega y los maestros pasteleros de Pastelería Ascaso. El maridaje sorprende por contrastes en unos casos y por homogeneidad en otros,

El estuche que he recibido contiene algunos de los maridajes que ofrecen a los visitantes dentro de las actividades enoturísticas de Enate:

El Turrón de yema tostada, sobrio, delicado y elegante (apto para celíacos). Sus almendras, azúcar y yemas conectan con el Enate Chardonnay Barrica, sus notas de avellana, piña, pan tostado, y los ahumados que le aporta la crianza en barrica. Uno de mis blancos preferidos, con su característico paso en boca cremoso.

Este mismo Turrón de yema tostada también puede funcionar bien con el Enate Merlot-Merlot. Aquí jugamos con el complejo abanico aromático de un vino esencial de la bodega. Frutas rojas, notas balsámicas y especiadas, como el clavo y el eucalipto, un final de boca persistente.

El que más me ha divertido, el Turrón Damasco, es un derroche de creatividad, contrastes y juegos de texturas, para una delicia de semillas de sarraceno y chocolate rubio Dulcey, ganache de chocolate Biskelia, albaricoques naturales y especias, que lleva la firma del pastelero Yann Duytsche. Lo hemos maridado con un Enae Syrah-Shiraz, de aroma intenso y complejo, ahumados y especias, sobre un fondo de frutas rojas maduras, denso, carnoso, con un final largo lleno de notas tostadas.

Por último, el Turrón Ponche, el imprescindible de Ascaso. Una sabia mezcla de mazapanes, a capas, de yema, café, chocolate, praliné de chocolate blanco y negro. Un impecable trabajo artesanal que hemos probado con el Enate Cabernet-Cabernet, sus frutos negros, notas balsámicas, especiadas del cabernet, con los matices tostados y de cacaos aportados por a barrica nueva.

En mi opinión es un nuevo acierto de Bodega Enate y de Ascaso que puede convertirse en un regalo perfecto para los que pensaban que lo habían visto todo en el mundo del vino.