Procedente de la D.O. Rías Baixas llega esta delicia con resonancias mitológicas. Attis Atalante está elaborado con una uva poco conocida en Aragón, me refiero a la variedad caíño blanco. Este monovarietal es un feliz hallazgo, uno de esos vinos que sorprenden por sus matices poco frecuentes. Es un magnífico embajador de la uva autóctona gallega que muestra un perfecto equilibrio entre su frescura y el volumen e intensidad de su crianza en roble.

Sin duda es un vino complejo y evocador, una brisa de flores blancas muy mineral en nariz, también es sutil y delicado,  En boca es muy largo y persistente. Estamos ante un vino con mucho potencial aromático propicio para que evolucione en nuestra bodega, en el improbable caso de que resistamos la tentación de descorcharlo.

Me gustan los vinos que se cruzan en mi vida con un buen relato. Quizás por eso sucumbí a la tentación, me puse el delantal para hacer unas lubinas al Orio, precedidas de percebes y vieiras recomendadas por la impecable pescadería Saturnino, y releí el mito griego de Atalanta e Hipomenes. Subí al carruaje que dirige Attis y seguí el aroma floral que desprende la guerrera Atalanta, ya convertida en leona, tras pasar una noche de amor carnal en un templo de Cibeles.