De la mano del enólogo Carlos Rubén nos llega esta nueva añada de Antonio Antonia, un vino que rinde homenaje a sus padres. «Ya fallecieron y saben que su memoria siempre me acompaña». Este hermoso gesto es resultado del cariño y de la unión de dos terruños de garnacha, con el Priorato y Maury hermanados.

Apodado La Voz de la Garnacha, también podría ser el Oído y el Olfato de esta variedad de uva que tanto me gusta. Haz como él, cuando tienes algo potente que contar y los latidos de tu corazón parece que tienen arritmias, aprovecha esa intensidad de tu interior, haz como Carlos Rubén: ponte manos a la obra y cuéntalo. Me refiero a Carlos, el enólogo enamorado de la garnacha, como tantos otros pero con unos planteamientos distintos y diversos. Asegura que le encanta esta variedad de uva en cualquiera de sus facetas. De ahí, su empeño en ensalzarlas de la mano de Mark Schiettekat, su amigo y compañero de aventuras, fundador de Master Winemakers, a lo largo y ancho del territorio español.

Antonio Antonia 2018 tiene ese color púrpura rojo brillante que cautiva de inmediato. Es floral, recuerda a frutos rojos maduros. Es poderoso y con un final largo y elegante en boca.

Antonio Antonia 2018 es una de sus pequeñas joyas, me ha llegado de la mano de la bodega Raíces Ibéricas. Sus propietarios adquirieron la antigua cooperativa de Maluenda, situada en el corazón de la Denominación de Origen Calatayud, en el año 2020. «La renovamos de acuerdo con los estándares modernos de producción. Con una capacidad total de 5,6 millones de kilos, nos permite vinificar, envejecer y almacenar diversos perfiles de vinos en condiciones óptimas para nuestros clientes. Tenemos la oportunidad de elaborar vinos de parcela individual por separado en pequeños tanques de hormigón o acero inoxidable y barricas de roble, así como pequeños lotes experimentales de variedades de uva olvidada.

Desde Raíces Ibéricas sostienen que Calatayud, como Châteauneuf-du-Pape en el Côtes-du-Rhône, tiene condiciones específicas que le permiten ofrecer vinos únicos, particularmente gracias a fuertes vientos y estructuras de suelos pedregosos, con pizarras. Esas pequeñas denominaciones Premium como Châteauneuf-du-Pape y Calatayud (unas 3.000 hectáreas cada una) han contribuido mucho a la reputación vinícola de su región.

Os adelanto que, con estas características, desde Raíces Ibéricas van a lanzar en breve cuatro nuevos vinos de la gama Las Pizarras, creados con el objetivo de seguir poniendo en valor la personalidad de la DO Calatayud.

Además desde la bodega te ofrecen la posibilidad de realizar catas en español, francés o inglés. Para ponerse en contacto con la bodega para organizar una cata en grupo: por correo electrónico contact@raices.wine o por teléfono (+34) 976 893 027.